
"El Tarot podrá ayudarnos a tomar conciencia de en qué estamos fallando, nos ayudará a desbloquear ese patrón, y en consecuencia, entrar en una fase de curación holística o integral. Existen diferentes sistemas para lograr esta curación. Uno de ellos consiste en sentir que la figura de la carta se acerca hacia nosotros hasta que se funde con nuestro cuerpo, pasando a convertirnos en ese personaje. Ahora bien, cada carta se relaciona también con una antigua divinidad y con las constelaciones del cielo con las que cada divinidad se relaciona. Es por ello que al visualizar la constelación, la divinidad y la carta del tarot en relación, que entran en contacto con nosotros vamos a sintonizarnos con los patrones perfectos de creación, con las vibraciones de armonía y equilibrio del universo. Esta armonía está presente en la propia forma geométrica de las cartas del Tarot de Marsella ya que la relación entre la altura y la anchura de cada carta así como al dibujo de la misma es una proporción áurea, es decir, que contiene el número de oro, o divina proporción, que tiene un valor de 1,618 o lo que es lo mismo de unas 3/5 partes.. Nuestros cuerpos al entrar en contacto con esta divina proporción se ven reflejados como un holograma ya que nuestro cuerpo también está hecho según esta divina proporción. Así es posible entonces borrar los viejos programas e instalar nuevas energías. El Tarot es una pictografía, es como un mando a distancia que al tocarlo nos conecta con esas fuerzas poderosas. Sólo al mirarlo o tocarlo ya actúa en nosotros, nuestro ojo las envía al sistema nervioso y al cerebro, luego pasa la información al inconsciente, activando todos nuestros puntos de poder, activando nuestro sistema cromático, elevando la vibración inmediatamente. Estamos preparados para recibir las energías vivas de los mundos superiores que vienen para ayudarnos a liberarnos de nuestros viejos códigos."(Alejandro Jodowsky)